Historia de la Rosca Gallega

Historia de la Rosca Gallega

Historia de la Rosca Gallega

Galicia es una región muy rica en recetas tradicionales de panes, y es que prácticamente cada comarca tiene una receta propia y panes con formas muy particulares. En la zona de Arzua, ubicada entre las provincias de La Coruña y Lugo, se originó el pan conocido como Rosca Gallega, ya que se ha hecho popular en toda la región.

La rosca gallega es un pan que se considera una variante del pan de carral, pero tiene una miga muy alveolada y una corteza más crujiente y resistente. Sin olvidar que tiene un sabor particular gracias a la composición de la masa con la que se elabora, muy particular y diferente a otros panes.

¿Por qué este pan con forma de rosca?

Los más antiguos del lugar afirman que la forma de rosca responde a una larga tradición, puesto que era un pan especial que se elaboraba especialmente en determinadas fechas religiosas señaladas por el calendario, sobre todo en Pascua. Es además una forma muy versátil, ya que permite cortar la rosca tanto en vertical como en horizontal en función de las necesidades que se tengan.

Existen algunas discusiones entre los expertos de la zona sobre la composición original de la masa de la rosca gallega. En la mayoría de los casos, la receta que se puede encontrar incluye 900 gramos de harina de trigo, 100 gramos de harina de centeno, 200 gramos de masa madre, 900 mililitros de agua, 20 gramos de sal, 15 gramos de levadura y 5 gramos de malta tostada.

Es un pan que necesita de un amasado bastante laborioso y de una hidratación perfecta, ya que el objetivo es que la miga quede alveolada y suelta. Un pan tradicional de la Galicia más rural que sigue siendo una delicatesen en la actualidad.

 

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Rosca Gallega Cód. A0303